Este fin de semana no tenía en mente qué hacer de comer para el domingo, empecé a mirar en el frigorífico y en el congelador para ver qué podía hacer de comer sin tener que salir y gastar dinero.
Seguro que estaréis de acuerdo conmigo en que en muchas ocasiones tenemos remesa en nuestra despensa para no tener que salir y gastar dinero pero empezamos a decir ''no me apetece esto, no me apetece lo otro...'' y siempre se nos antoja lo que no tenemos. Salimos y seguro que nos traemos más de lo que necesitamos. A mí me ocurre muy a menudo pero en esta ocasión no fue así.
Me fui al congelador y tenía unas croquetas caseras, unas costillas y unas chistorras.
El día antes había hecho una ensaladilla y unos filetes de pollo a la plancha y me sobraron algunos sin hacer, así que preparé unas lagrimitas e hice un menú riquísimo con ensaladilla, costilla, lagrimitas, croquetas y chistorras sin tener que salir de casa.
Quería compartir esta idea porque me pareció interesante. En muchas ocasiones tenemos en nuestras neveras cosas que con un poco de imaginación las convertimos en platos exquisitos.
Seguro que estaréis de acuerdo conmigo en que en muchas ocasiones tenemos remesa en nuestra despensa para no tener que salir y gastar dinero pero empezamos a decir ''no me apetece esto, no me apetece lo otro...'' y siempre se nos antoja lo que no tenemos. Salimos y seguro que nos traemos más de lo que necesitamos. A mí me ocurre muy a menudo pero en esta ocasión no fue así.
Me fui al congelador y tenía unas croquetas caseras, unas costillas y unas chistorras.
El día antes había hecho una ensaladilla y unos filetes de pollo a la plancha y me sobraron algunos sin hacer, así que preparé unas lagrimitas e hice un menú riquísimo con ensaladilla, costilla, lagrimitas, croquetas y chistorras sin tener que salir de casa.
Quería compartir esta idea porque me pareció interesante. En muchas ocasiones tenemos en nuestras neveras cosas que con un poco de imaginación las convertimos en platos exquisitos.
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